Descripción enviada por el equipo del proyecto. El grupo escolar Victor Hugo es la escuela más antigua de la ciudad de Montpellier. El grupo escolar necesitaba una rehabilitación para actualizar su accesibilidad, crear nuevas clases y reorganizar los patios de recreo cubiertos por una multitud de artículos sin usar. El objetivo era formular un proyecto en torno a una nueva articulación, capaz de introducir una fluidez en los movimientos mientras traía nuevos espacios en un islote ya densa. Esta articulación toma forma de un patio suspendido dispuesto en el centro de la isla que da acceso a todo el edificio. Este elemento también funciona como un patio de recreo, un lugar de separación y un lugar común entre las dos escuelas
Construido como un puente, el número de puntos de apoyo del patio suspendido es muy limitado, liberando la vista entre los dos patios de juego y utilizando los puntos estructurales como locales de almacenamiento e instalaciones sanitarias. La identidad arquitectónica es simple y robusta, donde los elementos estructurales forman una base de concreto crudo y grandes postes sostienen los pasillos. Las barandillas, diseñadas para la seguridad de los niños, forman una cinta de color ocre, recordando los tonos de la fachada, que siguen cada variación del proyecto. Sobre la base de una estructura en forma de V que soporta placas microperforadas, estas barandas tanto protegen como permiten ver. La transparencia varía con las horas del día, la orientación del sol, el ángulo de visión y la proximidad a la malla.
Este filtro constante hace posible crear intimidades únicas sin ser restrictivo ya que, a pesar de una altura que es bastante importante para los niños pequeños, les permite ver a través de este, se puede leer la fachada existente desde el patio y ver el total desde los corredores. Estos corredores han sido diseñados en gran medida para proporcionar lugares de vida utilizables por estudiantes y profesores más allá de la simple circulación. El clima mediterráneo de Montpellier ha sido un factor de restricción resuelto por la arquitectura con cubiertas que protegen los movimientos de las personas tanto en mal tiempo como en las aulas, jugando en la sombra en los días calurosos. Los corredores también permitieron eliminar un gran número de circulaciones interiores, transformando clases de orientación única en espacios de cruce para favorecer la ventilación natural.
La rehabilitación de edificios públicos es un verdadero desafío para nuestra sociedad contemporánea y una respuesta necesaria a la expansión urbana. Nos parece importante tener éxito en cambiar el patrimonio existente de centros urbanos mediante la producción de espacios de calidad sin congelar su funcionalidad, promoviendo así una evolución constante y perpetua de los lugares.